domingo, 20 de abril de 2008

La Chorrera de Rovellanos

El pasado domingo 13 de Abril, siguiendo mis paseos fotograficos, me acerque al Valle del Lozoya, concretamente al pueblo de Canencia, para fotografiar una de las cascadas de la Comunidad de Madrid: La Chorrera de Rovellanos.
Al margen de que a las 11 de la mañana no pudiera desayunar, ya que no habia ni un solo bar abierto en todo el pueblo, la cosa no estuvo mal.
Sali de la Plaza de la Constitución, por la calle de los Toriles, pasé por la Fuente de Cantarranas y llegué a la bifurcación del Descansadero de Arroyo Real. Cualquiera de las dos pistas llegan al mismo sitio, pero recomiendo la que sube de frente.














Despues de un rato caminando, veremos abajo y a nuestra derecha, los restos de la antigua presa del Batan. Hay que bajar a ella y cruzar al otro lado, pero.... no hay camino y hay de arrastrar el culo para poder acceder.








Cerca de la presa, se unen dos arroyos y tomaremos, tras haber pasado por encima de la presa, el margen derecho del arroyo de la derecha. Enseguida vemos la chorrera y buscaremos la trocha, marcada con hitos de piedra, que nos llevará a ella.






















No es tan facil, la trocha se pierde a cada momento y hay que gatear por piedras y arrastrarse bajando, para encontrar el mejor lugar para seguir. Aunque no tiene perdida, ya que en todo momento tenemos las cascada a la vista.


Luego de un rato de "penurias", se llega al pie de la cascada. Tiene unos 8 metros, y uno se alegra de haber llegado hasta alli.


La Desconocida Casa de Campo

Retomando mis paseos fotograficos, el pasado domingo 6 de Abril, estuve en La Casa de Campo.


¡Vaya sitio desconocido! diran algunos. Pues si, la verdad que la zona en la que estuve, era totalmente desconocida para mi......incluso para muchos madrileños diria yo.

Entré por una pequeña puerta, a la altura de Campamento, y siguiendo el camino principal, llegué a la zona en cuestion: el arroyo Meaques y la Senda Botanica.



Vi fresnos, algunos enormes, que se encuentran censados como monumentales en la Casa de Campo, como el Fresno del Ahorcado, que tenia un diametro de 5 metros, pero que un rayo dejó en la mitad. Tenia una rama horizontal caracteristica, de ahi su nombre. Lo que no se, es si alguien lo utilizó.




Pensaba que el arroyo estaria seco, que seria estacional, pero no. Vi que tiene un lago represado, con muchos patos, que lo mantiene con agua. Ademas de los patos, observé varios tipos de aves, incluso no autoctonas, como los pericos que abundan en los parques madrileños, galapagos americanos, e incluso ardillas rojas.












Pero lo que más me gusto, fue una de las ultimas joyas que le quedan a la Casa de Campo: El Puente de la Culebra. Este puente, estaba dentro de la remodelación que Carlos III encargo a Francisco Sabatini en 1.780, y este se dió el gustazo de diseñar este puente barroco, que es una gozada.